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domingo, 12 de mayo de 2013

Nuestro agradecimiento

Después de tanto ojear, de leer en distintas revistas, de documentarnos tanto, el calzado que utilizamos diariamente se puede resumir en una sola palabra: comodidad.
A diario usamos zapatos cómodos, generalmente  de línea deportiva, poco tacón; así que nos hacemos una pregunta: ¿para qué tanto diseño?
Con estas imágenes queremos agradecerle a nuestros compañeros,  profesores y en definitiva a todas las personas que se han dejado fotografiar para cerrar nuestro blog.
Muchas gracias a todos por la colaboración.





¿Quién dice que hace mucho tiempo?

Pero si está aquí, justo en estos momentos, en la actualidad, con nosotros. Si nos fijamos en la Historia del zapato, ¿qué crees que te puedes encontrar? Déjanos que te lo contemos. Son curiosas las coincidencias que aparecen.
Empezamos nuestro repaso, intentando encontrar el por qué existe el zapato.
Si bien la fecha de su invención es inexacta, podemos saber que en la Prehistoria, el zapato fue concebido para proteger el pie de las inclemencias del camino, del suelo caliente, de las rocas afiladas, de la nieve, del agua y del frío. Posteriormente y poco a poco, el zapato ha ido pasando de estar ligado únicamente a la funcionalidad a ser un objeto de diseño y adoración por muchos.

Histórico

Actual

Avanzando en la Historia, nos topamos con la etapa de Egipto, Grecia y Roma.  Las grandes culturas de las civilizaciones antiguas nos han dejado marcadas las pautas a seguir en cuanto al calzado. Hoy en día son innumerables los diseños heredados que utilizamos.

Histórico

Actual

Histórico

Actual

Continuando con nuestro post histórico, nos detenemos en la Edad Media. Desde el siglo IV hasta el XIV, los cambios fueron escasos y se produjeron muy lentamente.  La mayoría de la población era rural y el atuendo empleado se llamaba brial.

Histórico

Actual

En el Renacimiento (siglos XIV y XVI) empieza a tener protagonismo el concepto de lujo que se observa en toda la ornamentación cotidiana: tejidos más ricos en texturas y colorido. En el siglo XV, Florencia fue el centro de un renacimiento del arte, la arquitectura y la moda. La industria zapatera crecía y los gremios habían fijado ciertos estándares para sus artesanos. Por lo tanto la calidad  y la elaboración eran altas.

Histórico

Actual

El Barroco comienza en Francia, donde se toma el relevo de la moda hasta prácticamente nuestros días. El zapato se convirtió en Europa en una señal de nobleza.
 
Histórico

Actual
Para finalizar nuestro paseo por la historia del zapato, mencionaremos el impresionismo y las etapas del Siglo XX.   El zapato se caracterizaba por sus adornos con pedrería, de tela bordada.
 

Histórico

Actual

No fue hasta la mitad del Siglo XX, cuando gracias a los avances tecnológicos se comenzó a utilizar el calzado con otro tipo de materiales, aunque el zapato de vestir de calidad se sigue haciendo cosido a mano y utilizando el cuero como material principal.



viernes, 10 de mayo de 2013

Doc Martens, ¿de madera?

Uno de los estilos que más gusta a nuestro profesor es el grunge, por lo que no queríamos que faltara un post dedicado a esta cultura.
Y si hablamos de grunge, y hablamos de calzado, es imposible no hacer mención a las botas Dr. Martens.
Más de medio siglo después de su creación, las botas Doc Martens siguen manteniendo su versatilidad y funcionalidad. Su particular suela con un colchón de aire y su tacón en forma de bucle fueron diseñados por el alemán Klaus Maertens tras romperse un pie para obtener un mejor apoyo, por lo que inicialmente se fabricaba para trabajadores que aguantaban largas jornadas en pie (policías, carteros y obreros de fábricas).
 

Fabricadas en Inglaterra por R. Griggs and Co., de donde salieron el primer par de botas el 1 de abril de 1960, el proceso ha sido refinado, desde el corte de las pieles de cuero al termosellado con una cuchilla de fuego que suelda la suela de aire a la parte superior acolchada. Poco a poco se fueron customizando y se convirtieron en un emblema de diversas subculturas (punk, indie-rock, grunge) que utilizaban, y utilizan, las Doc Martens como seña de identidad.
 

Temporada tras temporada, la marca se reinventa con nuevos estilos y colores, pero manteniendo las características que la han convertido en un referente mundial.


 
Pero el año pasado, David Delfín aportó una visón orgánica dándole un toque “muy natural”  a estas botas.
 

David Delfín siempre ha sido un fiel admirador de la firma y muy especialmente del modelo Vintage 1490 y por eso quiso homenajearles con un diseño innovador y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en el catálogo: un estampado orgánico que emula el color, las formas y las texturas de la madera manteniendo el estilo original (mantienen su suela AirWalk y sus costuras amarillas) si bien la horma pasa de ser de color negro a un color marrón tostado.


Referencias:
http://www.abc.es

miércoles, 8 de mayo de 2013

Calzado biodegradable

La contaminación es un problema que nos afecta a todos. Parece que cada día que pasa somos más las personas que nos concienciamos de ello, y por eso nos parecen muy buenas todas aquéllas ideas que ayudan a mejorar nuestro planeta.

A finales del año pasado, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de la aparición del primer calzado de piel del mundo cien por cien biodegradable y completamente compostable. Su creador es Ernesto Segarra,  fundador de la marca Snipe y su distribuidor en España.
 

Snipe comercializa desde septiembre este zapato biodegradable fabricado en piel y con suelas termoplásticas que, tras su uso, puede desecharse con los residuos orgánicos familiares. La idea surgió a partir de un proyecto respetuoso con la naturaleza emprendido hace dos décadas.
 

Se realizaron análisis en laboratorio y pruebas piloto en la Universidad de Vigo, pruebas de compostaje de materiales en Navarra, así como de compostaje industrial en una planta de Barcelona con 60 pares de zapatos. En el nuevo proyecto también se llevaron a cabo pruebas de germinación y fitotoxicidad de semillas, y de fertilización en macetas y en invernadero de distintas especies de plantas hortícolas, que dieron resultados positivos.
El principal material con el que se fabrica este calzado es orgánico, FORM, de elevado contenido en humedad y bajo en metal. El proceso de fabricación se realiza con la curtición  en titanio, un nuevo sistema de curtición que permite que "se degrade, se composte y es respetuoso con el medio ambiente", al contrario de lo que ocurre con las curticiones tradicionales, que no se degradan. Cuando estos zapatos se gastan sus dueños pueden introducirlos, troceados y humedecidos, con el resto de residuos orgánicos en su compostador. En cuatro o cinco meses, los zapatos se han convertido en compost que puede utilizarse en el jardín doméstico. Para quienes no tengan compostador, la empresa se compromete a recoger los zapatos y enviarlos a una planta de compostaje industrial.
 

Tras la presentación en sociedad del modelo de otoño-invierno, un zapato unisex de piel arrugada con titanio y suela termoplástica en color negro y cordones rojos, que estuvo envuelto en un gran secretismo, el mercado acogió recientemente la colección para primavera-verano: dos pares de modelos de mocasines para mujer y otros dos para hombre, uno de ellos con cordón, y en una variada gama de colores tierra, gris, rojo y azul.

Referencias:

martes, 7 de mayo de 2013

Zapatos a lo “Walking Dead”

Últimamente estamos acostumbrados a ver tanto en las pasarelas como en los escenarios zapatos de lo más peculiares.
Alexander McQueen fue quien comenzó a revolucionar el mundo del calzado de diseño con modelos sumamente extravagantes, altísimos, y de lo más exóticos. Uno de sus diseños más atrevidos y característicos son los “Monster Shoes”. La cantante Lady Gaga ha idolatrado totalmente dichos modelos.


Pero navegando por Internet hemos hallado un modelo que no se parece en nada a algo que hubiésemos visto anteriormente. Desde luego se trata más de un proyecto artístico que de un diseño de calzado para llevar, porque como veréis la modelo parece haber salido, si observamos sus andares, de la serie “The Walking Dead”
La información que se refleja a continuación ha sido extraída de la página:
Los “Scary Beautiful” son unos extravagantes tacones -creados por el artista visual Leanie van der Vyver, en colaboración con la diseñadora René van den Berg- que fueron hechos como una especie de crítica a los estándares de belleza imposibles que existen en la actualidad, según indican en revista Glamour.
Estos extraños y enormes zapatos hacen parecer que el pie está vuelto hacia atrás, pero si te fijas bien, en realidad está en puntillas dentro del calzado y lo que se asoma aparentando ser el empeine, es el talón.
“Después de trabajar en la moda por 7 años, y por lo tanto, ser muy consciente de la manipulación de las imágenes en la moda y sufrir por un resultado perfecto, todavía me comparo los ideales de belleza actuales “, dijo Van der Vyver en una entrevista exclusiva a Shine Yahoo!.
“Mi frustración con mi propia incapacidad para superar estos sentimientos de inadecuación fue lo que originó ‘Scary Beautiful’. Los zapatos forman parte de mi proyecto de tesis. La conclusión de mi investigación es que la gente no está satisfecha con lo que parece, y la perfección, de acuerdo con las normas de la belleza y la moda, ha llegado a un punto culminante. Los seres humanos están jugando a ser Dios por sí mismos físicamente y metafóricamente. Actualmente, la belleza se encuentra en clímax todo el tiempo, lo que permite a este proyecto explorar lo que está más allá de la perfección. Lo aterrador es retar a los hermosos ideales de belleza actuales mediante la imposición de un estándar de belleza inesperadamente nuevo”, explica el artista.
Para más detalles de este diseño, puedes ingresar al sitio web oficial de Van der Vyver, cargocollective.com.

 
 Cargo Collective (C)

Cargo Collective (C)

Cargo Collective (C)

Cargo Collective (C)
¿Se puede caminar con ellos? La respuesta la encontrarás en el siguiente video.

Las “menorquinas”

Cuando llega el buen tiempo, y con él el cambio de calzado, empezamos a ver que muchos sacamos de nuestros zapateros las abarcas.
Las abarcas o albarcas tienen sus orígenes en el mundo rural menorquín. Menorca es una pequeña isla donde el terreno es escarpado y pedregoso, por lo que los campesinos necesitaban para los pies un calzado resistente y a la misma vez flexible y sencillo.

Aunque la fecha exacta es desconocida, hay indicios de que los cartagineses que pasaron por las Islas Baleares hacia el año 200 a. C. ya llevaban un calzado de piel parecido a las abarcas.

 


Entre los años 1869 y 1891, el archiduque Luis Salvador de Habsburgo-Lorena y Borbón, escritor, historiador y científico en su obra "Die Balearen in Wort und Bild geschildert" (Las Baleares descritas por la palabra y el dibujo) que consta de varios tomos y en la que describe la gran magnificencia de un archipiélago todavía virgen, poblado tan sólo por sus habitantes y por algún viajero ocasional, hacía alusión a las características de la vestimenta menorquina: “Las abarcas es el calzado típico de la gente del campo. Es de cuero vuelto de vaca y confeccionado con unas suelas que se compran cortadas para montar en casa...".


En un principio toda la materia de las abarcas era piel de animal. Eso cambió a principios del siglo XX con la aparición del neumático de caucho. Este material, una vez gastado e inservible para los vehículos, era reciclado como piso para fabricar las abarcas. Era un material escaso pero muy apreciado por ser resistente e impermeable a la humedad de los campos. En aquel momento “la abarca rústica” ya tenía los elementos que la definirán hasta la actualidad: piel natural, plantilla de serraje y piso de neumático, todo cosido con un hilo encerado grueso. Toda la fabricación era artesanal desde el curtido hasta el acabado. El cosido a mano, que requería de gran esfuerzo y mucha dureza, se hacía un una aguja punzón.

 Abarcas antiguas. Foto de Eloy Arco en Panoramio

En el post “Al ritmo de los masáis” que podéis leer en este mismo blog, se comentó como esta tribu africana confecciona una especie de sandalias, que llaman “akala”, reciclando partes de neumáticos usados. Siempre resulta curioso observar cómo civilizaciones separadas miles de kilómetros y sin ningún contacto entre ellas, recurren a una misma idea para dar solución a sus problemas diarios.

Volviendo a las abarcas, con el tiempo se empezó a usar la máquina de coser, con lo que se evitó el esfuerzo que suponía el cosido manual. La producción era, básicamente, para uso propio y constituía una tarea obligada del campesino al inicio de cada temporada estival.

Surgieron los primeros artesanos con una producción muy limitada, que comenzaron a comercializar las abarcas.

A mediados del siglo XX, una variedad muy extendida de las abarcas era las que hacían los campesinos y pescadores con la lona gruesa sobrante de los toldos de los carruajes y las velas de las embarcaciones.

A finales de la década de los 50, este calzado tan propio de la gente del campo, fue convirtiéndose en un calzado de verano para gran parte de la población de Menorca. Era costumbre, al inicio de cada verano, ir al taller del artesano a encargarlas. Fue entonces cuando este calzado se refinó: el corte y la tira se hicieron más estrechos y se añadió una plantilla de piel sobre el piso de neumático. Los turistas que elegían Menorca para pasar sus vacaciones, empezaron a comprar las abarcas como recuerdo de su paso por la isla.


Durante los años 80 aparecieron los primeros empresarios que rediseñaron las abarcas, convirtiéndolas en un producto de moda para hombre, mujer y niño. Se amplía la gama de colores y aparecen nuevos diseños con piel decorada o con telas, rafia y esparto, siguiendo las tendencias de cada temporada. Se introdujeron suelas microporosas y anatómicas haciéndolas más frescas, cómodas y prácticas.


Actualmente este calzado se exporta a países de todo el mundo, lo que ha hecho de las abarcas una tradición y un signo identificativo de la isla de Menorca, en sintonía con el modo de vivir moderno.


Referencias:



lunes, 6 de mayo de 2013

Las “furlane” venecianas

Italia es famosa por la calidad de sus zapatos, que se venden en todo el mundo, y una de sus ciudades más visitadas, Venecia, es un claro ejemplo de ello.



Una de las tiendas más famosas es la de Giovanna Zanella. Esta diseñadora trabaja el cuero con sus manos en su propia tienda y manteniendo las técnicas de su oficio a la vieja usanza, diseña y elabora calzado exclusivo para hombres o mujeres, hecho a medida y según sus palabras “con su propio carácter irrepetible”.




Otro de los talleres más conocidos es el de Gabriele Gmeiner, en el que realiza diseños clásicos a mano hechos a medida con los mejores materiales. Su trabajo actual unifica el espíritu artístico y la mejor tradición de la artesanía. Aprendices jóvenes de todo el mundo ayudan en la producción y aprenden los secretos del arte en su taller.




Para precios más económicos, zapaterías convencionales como Fratelli Rossetti ofrecen cuidados diseños y calidad.


Y para los bolsillos más ajustados, siempre queda la opción de comprar unas “furlane” (el zapato de terciopelo típico de Venecia) en el mercado de Rialto.


La "Furlane" es un ejemplo típico de un objeto que contiene la historia, la cultura y la tradición y, que, al mismo tiempo, se proyecta hacia el futuro. De hecho, vienen de la cultura campesina de la campiña de Friuli, al final de la Segunda Guerra Mundial. Por razones económicas, se intentaba aprovechar al máximo todo lo que estaba disponible; los campesinos recurrían a gomas viejas de bicicletas para hacer suelas resistentes al agua y duraderas, y pedazos de sacos de yute usados para el transporte de semillas y granos y harapos de ropa vieja  para las partes superiores de los zapatos.


Si en ese momento el bajo costo de esta zapatilla hace que sea accesible a todos, en lugar de los zapatos de cuero entonces inaccesibles, su delicadeza especial pronto se convertirá en una ventaja, convirtiendo la necesidad en una virtud.

Se extienden rápidamente, gracias a la intuición de algunos comerciantes fruilianos, que con sus cestas de mimbre al hombro cruzaban los campos y las calles de Venecia vendiendo sus zapatillas, hasta que uno de ellos consiguió una autorización para abrir el primer puesto a los pies del puente de Rialto. Los gondoleros encontraron perfecto este calzado, con su suela de goma, para no arruinar la pintura de las góndolas.


Hoy en día, a pocos metros del magnífico puente, en la tienda Pied à Terre se pueden adquirir las viejas "Furlane" hechas a la manera tradicional, junto con las nuevas generaciones de zapatillas adornadas con terciopelo o con coloridas sedas orientales, todas cosidos a mano. Incluso puedes llevar tu propia tela para que te la adapten a las zapatillas deseadas.



Referencias: